jueves, 21 de agosto de 2008

felicidad está


en mis brazos temblando alrededor de tu espalda
en tu sudor mezclado con mis lágrimas
en tus ojos perdidos y en mis labios abiertos
en ese hilo invisible entre tu boca y la mía
en la desesperación de tenerte y no tenerte
en la comodidad de no sentirnos atados
(sino siempre atraídos)
en nuestro placentero egoísmo
en tu lengua y en mi sal mezclada con saliva
entre mis piernas
entre las tuyas
en el momento en que tu aliento y el mío se hacen uno
en un estallido de gemidos

y en tu nombre, sólo cuando sale de mi boca.

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