Ellos miran sólo con el corazón al frente adivinan mis pasos olfatean mi presencia
ellos duermen con las orejas siempre despiertas para cuidarme siempre y con cada lamida me regalan el alma
Yo los veo crecer y les procuro todo lo que puedo Yo los veo correr y soy la persona más feliz del mundo Yo no les pido, yo los espero y ellos solamente saben dar.
Gracias pequeños, por hacer mejor mi vida. Descansa en paz Toshi, gracias por todo el tiempo que nos alegraste el corazón.