y el gris ha invadido el espacio
hasta decolorar todas las sonrisas
Hoy una vez más
el blanco perdió su tono alegre de siempre
y la decepción encontró un espacio más entre mis venas
porque hoy recordé
que después de todo eras humano
En momentos como este me pregunto
en qué momento lo olvidé
en qué momento me oculté
que tú, como todos, naciste muerto
Que tu lengua desconoce las verdades
y tus manos son practicantes de ilusionismo
Yo no sé en qué momento me olvidé
que yo para ti
no era más que otro conejo sacado del sombrero.
